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Categoria: ESPAÑA
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se ha acabado el chollo  Es una semana de hechos históricos, tristemente históricos.

El encarcelamiento de presos políticos, los “Jordis”, dentro del estado español, en el marco de una injusticia injustificada, con jueces y fiscales que siguen directrices partidistas al servicio oligárquico del poder establecido, que ejercen de todo menos de lo que deberían ser; así como el anuncio por parte del gobierno español de aplicar de forma inminente, y con toda su dureza, el articulo número 155, que pretende imponer en los despachos, aquello que no consiguieron con los votos de los ciudadanos, solamente el 8%, convierten a la hasta ahora, pseudo-democracia española en directamente una dictadura, una dictadura que anuncia un golpe de estado de facto contra Cataluña, contra sus cargos electos, contra sus instituciones históricas, sus entidades civiles y sus ciudadanos.

Los hechos, y su gravedad extrema, es lo que me motivan hoy a escribir este artículo en castellano, por primera vez en la web, con la esperanza que el uso de esta lengua, pueda facilitar su difusión a más personas que puedan leer e informarse, fuera de los medios del régimen a los que están sometidos. Motivos aparte, hoy escribo en castellano porque también es mi lengua, soy bilingüe, hablo, escribo y pienso en las dos lenguas, de forma simultánea, y al final lo hago porque así lo he decidido. El derecho a decidir, lo recuerdan, porque puedo y quiero, porque me da la gana.

Sin embargo, la lengua, como vehículo que es, no me mediatizará hoy a escribir un artículo distinto a lo que siento, no haré un artículo generalista explicando los motivos y las razones por las que Cataluña ha decidido irse. Para qué. En España, el país de los españoles, aunque no todos, gobierna el PP con mayoría simple, con el apoyo de Ciudadanos y bajo la connivencia y abstención del PSOE, partidos que han sido escogidos por votación. Si la mayoría vota a estos partidos, y estos partidos quieren terminar con la democracia, es que la mayoría de españoles quieren acabar con la democracia, por tanto, no la merecen. Si viendo como han podido ver, los efectos de la represión el 1-O en Cataluña, no reaccionan, no están indignados, es no son buena gente. Quédense ese país. Nosotros intentaremos hacer uno bien distinto, uno mejor, basado en la confianza y el respeto.

He dado muchas vueltas a entender los motivos del maltrato a los catalanes, a lo catalán, y a Cataluña. De entender los motivos del impulso irrefrenable a conseguir esa fortísima dominación de la lengua y la cultura catalana, de impedir esa voluntad de autogobernarse. ¿Frustración? ¿Adoctrinamiento? ¿Miedo? ¿Envidia? ¿la historia? ¿Sentido de posesión? ¿Necesidad de echar las culpas a alguien? No hay un solo motivo, es un conjunto de todos, la catalanofobia es emocional y estructural en España, ha persistido, persiste y persistirá para siempre. Cataluña ha sido un chollo para España, pero lejos de reconocerlo y mimarlo, hemos sido tratado como una colonia, una colonia más, su última colonia. Pero con la independencia, y la proclamación de la República Catalana, se ha acabado el chollo.

Cataluña aporta el 20% del PIB español aproximadamente, 200 mil millones de euros en cifras redondas anuales, habiendo alcanzado en el año 2016 un registro histórico de 223.629 millones de euros. El PIB español sin Cataluña pasará a ser una cuarta parte menos de lo que ahora representa.

Cataluña es uno de los territorios que aporta mucho más de lo que recibe. Así, su déficit fiscal es del orden entre el 8% y el 10% de su PIB, más de 15 mil millones de euros, o lo que es lo mismo, es la aportación de dinero que hace Cataluña a España por la vía de ingresos, y que no vuelve en forma de inversión o gasto público.

Más datos económicos, España perderá el 26% de los bienes que exporta, ya que proceden de Cataluña, de los cuales, el 54% proceden de las multinacionales implantadas en nuestro territorio.

Cataluña es uno de los territorios que más invierte en I+D, y que ha desarrollado industrias pioneras dentro del conjunto español. Ocupamos el quinto puesto europeo en la creación de startups, posición delantera del territorio español. De las más de 100 mil publicaciones científicas publicadas por universidades españoles en la última década, más del 25% corresponde a científicos catalanes. El ranking total de patentes españoles en el año 2016 es encabezado por Cataluña con más del 35%, siguiéndole Madrid, a gran distancia, con poco más del 20%.

En Cataluña, y concretamente Barcelona, captó durante el 2016 el 56% del total de las inversiones extranjeras en el estado español, todo un síntoma de lo que parece ser un futuro catalán sin España, y un futuro español sin Cataluña.

España pierde el 25% de su turismo, aspecto que la hace hoy potencia en este aspecto. Cataluña recibió 17 millones de turistas el año pasado.

España perderá dos puertos importantes. El puerto de Barcelona, que con sus 22 kilómetros de muelles y amarres es el más rentable de los puertos españoles, una joya de rentabilidad mediterránea, con un tráfico superior a los 48 millones de toneladas. Un puerto clave para el turismo, con un volumen de 4 millones de pasajeros. También perderá, el puerto de Tarragona, un puerto estratégico para la industria química española en general.

Se acabó el chollo, del aeropuerto de El Prat, que a pesar, del agravio comparativo sufrido en inversión con el aeropuerto de Madrid, y a pesar de que desde la estructura centralizada del régimen se ha intentado no potenciarlo, hoy compite, de tu a tu, en número de pasajeros con Barajas, viviendo en 2016 una nueva cifra récord con más de 44 millones de pasajeros.

Terminando con las infraestructuras, en Cataluña están las principales vías ferroviarias, tanto de mercancías como de pasajeros, y carreteras que enlazan España con Europa, que también se pierden.

Y sigan sumando. Sin la existencia de Cataluña, la deuda española sería insostenible, los bonos de deuda española no serían “colocables”, la economía española pasaría automáticamente a estar debilitada, y las agencias de calificación internacionales penalizarían el precio del crédito español, aumentando la prima de riesgo de forma inmediata hasta valores de récord.

Vistos estos datos, quizás no hacía falta darle tantas y tantas vueltas a mis preguntas, quizás el motivo de la animadversión, de la envidia, del odio, de la rabia es solamente que se ha acabado el chollo. En fin, despedirme con un: “Mariano, Rajoy, que sepas que me voy!”

Y al resto de ciudadanos españoles de bien, desearles mucha suerte, la necesitareis para vivir en un país que sigue votando mayoritariamente fascismo del duro y/o a sus cómplices. Como dice el refrán, español, “tanto daño hace el que mata, como el que estira de la pata”.

Xavier Mas Casanova
Economista Col·legiat núm. 9493
Professor/Consultor ADE – UOC Universitat Oberta de Catalunya